
Yo desperté de pronto,
la luz matutina me cegaba por completo,..
vi el polvo en el aire saludándome por cortesía,
sentí el canto de tres gorriones.
Me liberé de las mantas y busque por la habitación,
algún indicio de su presencia, algún olor.
Camine hacia la puerta, busque por el jardín
y como por arte de magia todas las margaritas empezaron a dormir,
un tono gris las embriago por completo y las dejo casi dormidas a punto de morir.
Se detuvo la melodía alegre de los pequeños gorriones,
el cielo se acerco cada vez más en cada paso que daba.
Mi respiración se entrecorto y me devolví...
con algias en el pecho abrí las mantas y me escondí.
Apreté los parpados para que volviera a empezar mi alucinado sueño
pero el no volvió más, de seguro se marcho no muy lejos
para hacer sentir feliz a otro corazón agónico, tan iluso como el mio.
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