viernes, 24 de diciembre de 2010

Veinticuatro

Como los vientos indecisos que hacen mover tu pelo en los dias nublados, me detengo junto a ellos y trato de hacer fusión con tu piel y la mia.
No me gustan los espacios... siempre sobran
Tengo tus pupilas en cada latido y mi corazón es débil pero nunca ha sido tonto, ni ciego.
Las campanas tenues que escucho me hacen delirar,
quizá tu boca le hace mal a mis locos sentidos.
El borde izquierdo que me confunde cada vez que vas a sonreír...
Quiero tener las respuestas a las preguntas que aún no hago, y tus manos en la espalda atentas a darme impulso si en algún momento quiero renunciar.
Donde se apaga el botón que me haga dejar de pensar en tí, nose donde lo pusieron en la mala fábrica que me desempaco justo frente a tus timidas pestañas, esas que me torturan cada vez que las observo aletear...

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