Hay una mariposa encerrada en mi cerebro, revolotea sus pequeñas alas y me roza por dentro.
Quisiera verla volar y dar pequeños giros con su majestuosa gracia, pero no quiero dejar de sentir sus alocados movimientos,
quiero hacerla parte de mi.
Y que su capullo envuelva para siempre mis divergentes pensamientos .