Tengo la imagen de tus ojos negros
cada vez que mantengo un segundo
algún parpadeo casual.
Son como túneles donde me pierdo,
caigo dentro de ellos y no consigo volver a razonar,
me dejo arrastrar por tu iris que envuelve todo con su oscuridad.
Pierdo los sentidos con el baile de tus pestañas,
que se mueven como si fueran mariposas
aprendiendo recién a volar.
Estoy en un abismo de tentación,
si avanzo unos pasos mas quizás nunca vuelva a ser yo.
Tengo aterrado el corazón y las manos sudorosas
pero no tengo ganas de detenerme a analizar.
Me voy a inyectar en las venas tus pupilas
y no me importa mucho el que dirán,
tengo éxtasis en el estomago, no quiero parar de delirar.
La cordura es poco romántica y yo estoy absoluta, casi completamente loca.
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